Por supuesto, la historia de la ciudad de Caminreal está ligada a los Celtíberos, com hoy se rememora cada día, así como a su estación de tren. Son dos puntos importantes en la evolución de sus gentes y su localidad.
Orígenes: en torno a los Bellos
En el primer milenio los celtíberos habitan estas tierras: una mezcla entre íberos y celtas, o bien, celtas con influencias mediterráneas, fruto a seu vez éstas últimas del influjo de las colonizaciones fenicias y griegas.
Se cree que fue la tribu de Los Bellos, celtíberos, los que ocuparon el valle del Jiloca y dejaron con sus construcciones el recuerdo de su estancia a través del paso del tiempo. Se organizaban en ciudades-estado, como la que se está excavando, en Caminreal: La Caridad.
Los poblados se asientan en zonas de riqueza agrícola. Estaban amurallados, construidos con sillares ciclópeos. Estaban dispuestos con un urbanismo cuadrangular en torno a una calle central.
Se sabe que el pueblo se erigió como tal en el siglo VIII cuando se construyeron los santuarios del pueblo ( Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la Ermita de las Cuevas y la Ermita de San Cristóbal). Durante mucho tiempo, Caminreal formó parte, como aldea, de la comunidad de Daroca. Fue en el año 1834 cuando consiguió tener ayuntamiento y ser independiente.
Escudo y nombre
El nombre se debe a su situación geográfica, como es obvio. Es una localidad situada junto al camino real de Zaragoza y Teruel, en época de enfrentamientos entre cristianos y musulmanes, cuando era conocida como Camín la Real.
El escudo es la imagen de la Caridad: una mujer sentada con dos niños a los lados, y en su regazo, un bebé al que da de mamar. Se cree que rememora la antigua ciudad de las Cuevas, donde está ahora Caminreal, que era conocida de forma informal como la Caridad.